Después de tres días de andanzas por la Cordillera Blanca en los Andes peruanos, me encontraba en el puerto de montaña a un lado de la Laguna Pachacoto, que marca el descenso por la Carretera No. 14, hacia el poblado de Paramonga, en la costa peruana del Océano Pacífico.
Dejaba atrás con cierta nostalgia las cumbres nevadas de más de 6 mil metros de altura para manejar y en menos de dos horas estar escuchando el sonido del romper de olas.
El puerto está a 4 mil 100 msnm y a esa altura caí en cuenta de que si no tuviera que seguir el trazo de la carretera y pudiera descender por una línea recta imaginaria, con recorrer sólo 82 kilómetros estaría en el mar. Concluí que tal vez este sitio sería de los pocos en el planeta con tanto diferencial de alturas en tan poca distancia.
Se me ocurrió una especie de juego infantil: probar si podía llegar hasta el mar de puro "vuelito", considerando que pasaría por comunidades con boyas o algún alto; decidí prender mi GPS para monitorear lo cambios de altitud.
La carretera registró una distancia de 120 kilómetros y, para mi sorpresa, el descenso fue continuo durante 100 kilómetros, punto donde se registró un pequeño ascenso de 10 metros.
Me imaginé que se podría "rodar" en bicicleta de ruta sin dar una pedaleada por más de dos horas, a una velocidad promedio de 50 kilómetros por hora, todo un reto de manejo y concentración.
Pero más sorprendente sería llevar a cabo el ascenso, esto significaría "rodar" desde el nivel del mar hasta más de 4 mil msnm, tomando en cuenta que después de 20 kilómetros la ruta no da descanso, sólo subir, subir y subir.
Al decir que no ofrece descanso, me refiero a que no tiene pequeñas zonas en que la carretera se torne de bajada o plana, como sucede en algunos tramos de las famosas trepadas regias como Chipinque, Rayones e incluso el Manzano, que ofrece un par de repechos en descenso.
Como referencia: en el Tour de Francia del 2010, en la prueba reina: el ascenso al Col du Tourmalet, etapa de 174 kilómetros con dos puertos previos de primera categoría, se rodaron en ascenso 73 kilómetros, a una pendiente promedio de 4.8 por ciento, iniciando la prueba a 165 msnm y terminando a 2 mil 115 msnm.
La merma física por la falta de oxígeno se inicia marcadamente a partir de los 2 mil 500 msnm, y después de los 3 mil 500 afecta considerablemente el rendimiento provocando, en muchos casos, el llamado mal de montaña.
La buena noticia de este mortífero desafío peruano es que la pendiente a enfrentar es sólo del 4 por ciento en promedio (subir 4 mil metros en 100 kms.), menor que la de Chipinque, que es poco mayor del 5.5 por ciento.
Mientras manejaba y descendía disfrutando de los paisajes, en mi juego mental me di a la tarea de investigar cuál sería la carretera más alta del mundo y si podría existir un desnivel de tal magnitud en una distancia de tan sólo 100 kilómetros.
Ya en mi computadora, la investigación arrojó que en el Himalaya hindú hay un puerto a 5 mil 600 msnm, que Guinnes nombra como el más alto del mundo, su nombre es Kardung La. El problema es que no está pavimentado en su totalidad (se recomienda para vehículos 4x4 y bicis de montaña).
Más adelante encontré un blog que nombra a la carretera Karakorum, como la de más altura, con 4 mil 693 msnm. Esta vía une la ciudad China de Xingiana con el norte de Paquistán.
Mis amigos peruanos, celosos de su terruño, pusieron orden en esto y en el blog citaron la carretera que une a Lima con los Andes Centrales, mencionando que existe un paraje llamado Ticlio que tiene 4 mil 818 msnm (esto lo avalaron dos personas).
Otro peruano comentó, también en el blog, que en la carretera que une la ciudad de Arequipa con el Cañón del Colca (segundo más profundo del mundo), existe un paraje denominado Mirador de los Andes a una altura de 4 mil 910 metros. Finalmente un tercer peruano afirmó que en la Cordillera Blanca existe una carretera con un punto llamado la Ruta de las Mil Curvas, que alcanza los 5 mil msnm.
Personalmente, estuve en la Cordillera Blanca recorriéndola casi en su totalidad y lo máximo que marqué fueron varios puntos sobre los 4 mil 600 msnm. En cuanto a Arequipa, estuve un par de días ahí, pero el tiempo ya no alcanzó para visitar Colca, ni los Andes de la región central.
Aun si tomamos el dato del Mirador de los Andes como fidedigno, esa zona se encuentra a más de 200 kilómetros del mar.
Después de investigar un poco sobre carreteras en Ecuador y Bolivia (personalmente he estado en Chile y los caminos cercanos a los Andes de gran altura son ripios (terracerías), puedo concluir que la Carretera No. 14, desde el poblado de Paramonga en la costa peruana, hasta el puerto de la Laguna de Pachacoto, ofrece a los ciclistas de ruta un diferencial de alturas de 4 mil 100 metros en sólo 120 kilómetros de distancia.
Éste es, probablemente, el mayor diferencial del mundo partiendo del mar. Su ascenso, por todo lo que implica, podría ser una de las pruebas más difíciles de enfrentar para un ciclista de ruta, en retos de un solo día.
Traduciéndolo a números regios, es el equivalente a subir 18 veces de la caseta a la meseta de Chipinque, nueve de ellas a una altura superior a la cima de la "M".
En cuanto a lo escénico del recorrido, éste tiene de todo, playas, desiertos, oasis en las montañas, cascadas, cumbres nevadas, lagos y mucho más.
He platicado con algunos amigos ciclistas mi idea de intentar este desafío en bicicleta que bauticé como el Everest del ciclismo de ruta, como algo que hay que "palomear" en esta vida. A algunos les ha interesado el reto y se han apuntado a este sueño de locura; la cita será en el 2011.
La conquista no está garantizada, pero no intentarlo sería perder por default. Si eres ciclista y te gustan las emociones fuertes, agrégate a la lista y comprueba que el desafío nunca termina.
